domingo, 28 de marzo de 2010

Otra vibra




Mi última parada en Guatemala fue para visitar otro sitio arqueológico. Segundas -pero no últimas- ruinas mayas, Tikal.
Entre las ciudades precolombinas de esta zona del continente, Tikal se destaca por la altura de sus templos y palcios. Pero lo que la hace única es su situación con el entorno: la ciudad está en el medio de la selva. Si bien cuando estaba habitada por los Mayas, hace unos 1500 años, la zona era una planicie casi sin árboles, ahora el bosque hace que cada edificio, templo o palacio esté escondido entre una densa masa de árboles. Lo impresionante es ver cómo las edificaciones más altas sobresalen por encima de la copa de los árboles, creando una imágen mágica.




 Es raro como uno automáticamente compara cosas, aunque no quiera. Sé que son dos momentos distintos del viaje y que cada una tiene su significado, pero la búsqueda de similitudes y diferencias con Machu Picchu aparecían constantemente. Creo que sentí una diferencia muy grande por el estilo de la excursión: visitar Tikal es cosa de un día, como ir y volver a un museo; en cambio el esfuerzo de los 4 días de caminata para llegar a Machu Picchu le dan un significado especial al llegar.



Es quizá por eso que estaba en Tikal y no percibía esa "energía" que se siente en la ciudad perdida de los Incas, ese no se qué tan mágico del que hablan todos. Y sin embargo, me estaba adelantando a las conclusiones finales. Resulta que subimos al Templo IV, el más alto de todos, pero el resto de mi grupo bajó rápido. Yo me quedé arriba un rato más, mientras llegaban muchos chicos que estaban en una excursión del colegio. Empecé a sacarle fotos a uno de ellos, y se fueron sumando más y más. Todos querían estar en la foto y mirarse después en la pantalla. El final fue una foto grupal -conmigo- y un par más mientras me saludaban al irme. Bajé con una sonrisa enorme.




La energía viene de uno menos se la espera.

Otra cosa interesante aquí es que se pueden ver los arqueólogos trabajando en vivo y en directo. Es interesante, aunque mirando 5 minutos tampoco es que se aprecie mucho el trabajo.


Aunque con el tour se ve casi todo el complejo, decidí quedarme un rato más. Un almuerzo liviano me permitió seguir paseando un poco más, conociendo más profundamente cada rincón del sitio arqueológico, de distinta forma que con un guía.

No me faltó nada. Día completito, que le dicen.


viernes, 26 de marzo de 2010

2 palabras: IM PRESIONANTE...!!

Inexplicáblemente espectactular. Es tan difícil contar qué es... Semuc-Champey. Lo había escuchado tantas veces. La primera fue del Bocho, cuando volvió de su viaje: "No dejes de ir. Es un sí o sí." Miren si le impresionó que todavía (2 años después) sigue teniendo su foto allí en el msn... Pero realmente nunca supe de qué se trataba. Y como no me iba a quedar con la duda, ahí fui.

Sin mucho preámbulo: un poco de camioneta, un poco de caminata y se llega al mirador, desde donde se ve el río, y finalmente uno entiende de qué estaban hablando todos:

El Río Cahabón entra como en un túnel o cuevas subterráneas y sale a la superficie unos 300 metros más adelante (como si viajara una estación de subte).. De hecho, Semuc-Champey, en una de las lenguas mayas significa "rio que se esconde". Pero eso no es todo, en el "techo" de las cuevas se forman unas piletas a distintos niveles, cuya agua nada tienen que ver con el rio. Estos pozos de piedra caliza se alimentan de pequeñas vertientes que bajan de la montaña y terminan desembocando en este valle, una verdadera belleza natural. 




El agua es cristalina e invitan al chapuzón. Nadamos hacia abajo y hacia arriba. Disfrutamos de una mañana de sol espectacular, luego de varios días de nubes y lluvias. 




En el mismo parque nacional hay unas cuevas, para visitar caminando (y nadando). Es un paseo divertido, con velas, por el laberinto de piedras, entre estalctitas y estalagmitas (qué ganas de escribir esas palabras tenía...!!)

Jornada completa. Y si ustedes siguen sin enteder qué mierda es, dense una vuelta por Semuc-Champey (¿o se van a contentar con mirar las fotos...?).


jueves, 25 de marzo de 2010

Regalos

.- un video que me emocionó, me hizo reir y llorar
.- una malla olvidada en un hostel
.- un mail inesperado
.- corté Cuba
.- una toalla olvidada en otro hostel
.- corté Belize y... Yucatán?
.- un beso, un adiós
.- dos arreglos de mallas bastante chotos, pero por lo menos no se me caen más
.- un mail de LAN diciéndome que no puedo cambiar mis puntos por un vuelo desde México a Buenos Aires porque tiene que ser ida y vuelta (y los puntos NO me alcanzan para ida y vuelta)...
.- una cagadera de la puta madre
.- un te quiero, una sonrisa y una flor
.- me di cuenta que se me venció el registro. cuando vuelva, tengo que hacer todo el trámite de nuevo... buuuu!!!

miércoles, 24 de marzo de 2010

"...happy birthday ¿...? "


Cena del 14 de marzo. Bar Clover, en San Pedro La Laguna, en el Lago Atitlán. Yo con 8 gringos (4 de springbreak), 1 canadiense y 2 británicas. Empiezan a cantarme el feliz cumpleaños, en inglés, claro, y cuando llegan a la parte de mi nombre todos se miran sin saber qué decir... 

Fue una escena muy graciosa, pero esos 11 desconocidos (más bien conocidos 2 horas antes en el hostel) igual se portaron: me compraron una porción de torta y después me invitaron varios tragos y cervezas en un bar.

Durante el día, había cambiado 6 (sí, seis) veces de transporte para llegar a San Pedro desde Antigua. El día nublado, paseando solo y con llovizna por la tarde no me habían presagiado un gran festejo, pero la verdad es que superó las expectativas.




Después, un par de días en San Pedro y San Marcos, muuuuy relajados. Hamaca, libros, películas, caminatas y cenas con amigos. De hecho una fue en Zula's, un restaurant israelí que (para competir con Martu y Pau) dice tener el mejor humus de América Central.

El lago, rodeado de volcanes y pueblitos es una hermosura. Lindas vistas e increíbles paisajes por todos lados.


sábado, 20 de marzo de 2010

Clásica y Moderna

Llegué a Antigua con grandes expectativas. Y las cumplió. Saqué mil fotos en cada callecita, plaza, adorno, farol, pared... Y no sólo allí, como ya verán.



Volví a encontrarme con unas chicas que ya me había cruzado varias veces en el viaje, las de la foto en la pileta en El Tunco. Tenía pensado pasar en esta ciudad colonial, con ellas (y más gente), mi cumple, pero resultó siendo distinto, como ya verán.



La Antigua Guatemala fue el centro gubernamental de toda América Central, desde Chiapas hasta Costa Rica hasta 1776. Ese año la capital fue trasladada a lo que hoy es Guatemala City, luego de que Antigua fuera destruída en un terremoto tres años antes. Por eso es que se mezclan edificios antiguos, ruinas y refacciones que generan un paisaje pintoresco: clásico pero no aburridamente monótono.




Casas antiguas, iglesias, plazas, monasterios, arcos y faroles rodean el empedrado. La ciudad cumple todos los requisitos que se le piden a un Monumento de la Humanidad de la UNESCO. Da gusto perderse por las calles y mercados, incluso con lo inundado de turistas -y vendedores, agencias, restó y shuttles- que está.





Pero Antigua tiene una más: está situada en un valle rodeado por varios volcanes, que hacen que el paisaje resulte encantandor. Desde cualquier esquina o balcón uno puede admirar las laderas y siluetas de estos montes que se elevan hacia el cielo guatemalteco. Y aunque parezcan inocentes formaciones montañosas, fueron responsables de un gran día de aventuras, goce y sorpresas.


A unos kilómetros de la ciudad, en la cadena que la separa de Guatemala City, se alza el Volcán Pacaya, el de mayor actividad en Centroamérica. Son esas cosas que no se dudan, no se discuten mientras se viaja: en Antigua se hace la excursión del Pacaya. No se programa, simplemente se averiguan precios y se regatea. Es imperdible.



El ascenso no es difícil aunque a algunos flojos (barrigones y pelados) les puede resultar terriblemente fatigante. Para ellos, los nenes locales ofrecen taxi, o sea, caballos. El chiste hace gracia a los gringos. Y los israelís se mueren de la risa cuando les preguntan "whant ssus?". La primera mitad es en camino de montaña, tierra y pasto. La parte final es escalando roca de lava fria, de erupciones anteriores. Y aunque no se asciende hasta los 2552 mts. la altura se siente y la vista es grandiosa. Se puede admirar todo el valle de la Ciudad de Guatemala y el Volcán de Agua, tras el cual se esconde Antigua.


Si bien había escuchado y leído sobre la excursión, no pude dejar de sorprenderme cuando me encontré a 4 mts. de un río de... lava. El aire, todo a su alrededor, se volvía espeso, caliente. La brisa fresca de la altura desaparecía. Es muy difícil acercarse más de 2 mts. a cualquier piedra caliente. Es como meter la cabeza en la parrilla para ver como está el lomo.




Fotos, fotos y fotos. Todos disparan. Todos le piden al de al lado. Todos están entusiasmados. Todos bichos de ciudad sorprendidos por la Madre Naturaleza, en un común acto de geología. Algunos sacan de la mochila una bolsa de malvaviscos, los ensartan en ramas y los acercan al calor, como si fuera una fogata en el campus universitario de alguna típica película hollywoodense.



El río fluye, lento pero constante. Arranca piedras, derrite todo a su paso. Y, de repente, allá arriba se abre otra veta. Empieza como un punto rojo asomando de una piedra, cada minuto más grande, cada minuto más rojo. Ya está, ya es un nuevo río y la piedra escupe magma en todas direcciones, como cañitas voladoras naturales. No me quiero ir, no quiero bajar. Una foto más, sólo una más...




Y menos mal que quedaban algunas más. De yapa, cuando empezábamos a bajar, hizo otra erupción, esta vez en el cráter principal, en la punta del cono. El cielo, de azul grisáceo mientras anochecía, resultaba contraste perfecto para tremendo espectáculo. Pero la verdadera frutilla del postre fue el atardecer, rodeado de una alfombra de nubes, volcanes y una gama de colores alucinante.



El final del descenso, a oscuras, le puso a la excurisión la cuota de diversión. Y si hacía falta más diversión en la ciudad, el karaoke nocturno hizo su trabajo.

Porque la noche de la ciudad también tiene sus credenciales. Boliches de salsa, de rock, de reggae, musica en vivo, cine o simplemente quedarse en el hostel compartiendo unas birras con gente de todo el mundo son slgunas de las opciones de la noche antigüeña. Los recitales de jazz en el patio de una iglesia se sumaron al menú justo los días que estaba ahí. Aburrimiento cero.

Así pasó Antigua, formulario completo y un "felicitado, beso Solita".

viernes, 19 de marzo de 2010

Birth...week

Desde hace muchos años, mi cumpleaños no es sólo un día. Es que ya el 11-M empieza el movimiento en mi grupo de amigos, y los festejos y la alegría se extienden hasta el 17-M. Desde el Hindú de los 90s hasta los BALTC de la última década, siempre fueron celebraciones acomodadas, aunque no se ajustaran a la fecha precisa.

Así que por qué no, este año, atenerme a esta tradición. Si bien no pasé mi cumpleaños en Guate City, allí me mimaron, me atendieron, y me hicieron sentir como si cada día fuera mi día. Realmente no tengo palabras de agradecimiento para Ernesto y Lili (y su cocinera), que me agasajaron con desayunos continentales, milanesas, papas fritas, bifes, puré, vinos, tacos y... flan con dulce de leche!!

También me llevaron a pasear, me "prestaron" su chofer para que me llevara y trajera al centro de la ciudad, me lavaron la ropa y se ocuparon de mi constantemente.

Y yo, disfruté como si fuera la antesala de los festejos de otro 14 de marzo lejos de casa.

jueves, 18 de marzo de 2010

Una de cal, una de arena

Me despierto en Copán, Honduras. Es lunes y hay un solcito hermoso. Y si me voy para Guatemala? Dale! Y si hago dedo hasta la frontera? Y sí, son solo 12 kilómetros, alguien me va a levantar. Mientras espero puedo jugar a pegarle a aquel tronco con las piedras. Puta, pensé que era más fácil. Hace calor, pero se aguanta bien. Qué bueno el señor del camión con acoplado que me levanta. Va hasta México, quizá me puede acercar más hasta la ciudad.
Ey señor! No se puede hablar por celular mientras maneja...!! Mejor no le digo nada, parece que es serio. Cómo? Que era el patrón? Que la mercadería no la mandan? Que se tiene que volver? Uuu... Y perdió toda la mañana de trabajo, no? Pero no me vas a dejar acá, al menos llevame hasta la frontera, faltan 3 kilómetros... Sí, ok, entiendo que tengas que pegar la vuelta. Y ahora qué hago? Justo viene el minibus! Estoy de suerte. Me tirás en la frontera? Gracias...
Sello en el pasaporte? Pero no estoy adentro del C-4, todavía? Bueno, qué se yo. Gracias por la bienvenida a Guatemala.
Y por qué pararan los autos en la barrera? No sé, pero me viene bárbaro para pedir un aventón. Y esa camioneta llana de chicas que me miran y se rien mientras le saco una foto a la Llama Carnavalera? En serio van para Guate City?! Le pregunto al conductor, ok chicas. De verdad no entra ni uno más? Bueno, casi. Por suerte tengo otra chance. Hola, que linda camioneta, vas para la ciudad de Guatemala? Ah, solo a mitad de camino? Y pasan buses por ahí, entonces me subo. Un gusto, Estuardo, soy Nico. No, dejá Sabina que me encanta. Así que hondureño que vive en Guatemala? Así que exportás melones? Así que hincha del Barça? Así que querés salir de viaje como mochilero? Pero que linda charla! Así el viaje se hace más ameno. Hambre? Un poco. AutoMac? Claro! No pagues todo, por favor. Que insisto, que gracias, que no, que agarrá esto, que...OK, mil gracias. Hasta acá llegás? 10 puntos. Y cuando estés por Buenos Aires me avisás. Y justo llega el bus para Guatemala?
Así da gusto viajar.


martes, 9 de marzo de 2010

Entrando en el mundo Maya

Después de mi desafortunada no-visita a San Andrés (sí, la guía decía que cerraba el lunes, pero quién mira la guia, por favor...?), llegué a Honduras para visitar el sitio arqueológico de Copán Ruinas. No es muy extenso, pero a mi me gustó, quizá porque son las primeras ruinas mayas que visito.


Templos, escalinatas, un estadio para el juego de pelota y muchas columnas labradas con imágenes de los distintos emperadores es lo que predomina por aquí.


Un fin de semana me bastó para recorrer las ruinas y la ciudad, pequeña y acogedora, con su plaza, catedral y mercado, como indica el manual.


Y si bien el plan inicial incluía más Honduras, los constantes cambios (climáticos y tácticos, pero más que nada económico-financieros) resultaron en un touch-and-go por aquí, y el paso inminente a Guatemala.

Allí nos veremos...


lunes, 8 de marzo de 2010

8-M

Para todas las que conocí en el viaje, y para todas las que leen el blog... FELIZ DIA!


domingo, 7 de marzo de 2010

cuatroCIENTOS

Hace 400 días que salí de casa. Qué más puedo agregar?

Creo que estos primeros versos recitados reflejan mejor que nada este momento.

Me gusta andar…
pero no sigo el camino,
pues lo seguro ya no tiene misterio,
me gusta ir con el verano…
muy lejos,
pero volver donde mi madre
en invierno
y ver los perros que jamás me olvidaron
y los abrazos que me dan mis hermanos.

Y aunque me gusta más la versión del tio Adri en Las Flores (es que prefiero a Alicia y las palomas y no las mujeres que lloran), les dejo ésta para que la disfruten mientras yo llego a Guatemala...



Me gusta el sol
y la mujer cuando llora,
las golondrinas y las malas señoras,
saltar balcones y abrir las ventanas
y las muchachas en abril.

Me gusta el vino tanto como las flores
y los amantes, pero no los señores,
me encanta ser amigo de los ladrones
y las canciones en francés.

No soy de aquí… ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.
No soy de aquí… ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.

Me gusta está tirado siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
o todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal.

No soy de aquí… ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.
No soy de aquí… ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad.

sábado, 6 de marzo de 2010

Añoralgias

Resulta que en un pais chiquito de Latinoamérica hay una ciudad. Un puerto. Cerca, a unos 8 kms de este puerto hay un balneario, al que se llega por una ruta que bordea el mar mientras pasa por otras playas.

Un camino baja desde la ruta. Hay pocas calles, pocas casas, pocos comercios. Una o dos calles de tierra que bajan hasta la playa. En un lado se ve un riacho, un arroyo, bah... Casi que no llega a desembocar en el mar si el viento no lo ayuda. Los chicos pescan en él con cañas o redecillas y las madres con redes mayores. Un par de barcitos, algún almacén y una tienda de ropa son los comercios que se encuentran.

Aunque todo se parezca, no volví a Las Flores. Estoy en El Tunco, una pacífica playa de El Salvador. También hay cosas que no se parecen. Mucho turismo, decenas de hostales y casas que alquilan surfboards y dos restoranes de comida mexicana.

Además de playa, hamaca y siesta, hay otras cosas para hacer. Fui a unas cuevas que hay en la playa, debajo de un acantilado. Por la mañana, con la marea baja, recorrimos distintos pasadizos y vimos murciélagos. Volvimos por la tarde, con la marea alta y nadamos hasta una "pileta" natural, tallada en la roca, desde donde vimos el atardecer con mis amigos canadienses e israelíes mientras compartíamos una cerveza. Gran aventura.

Aproveché mucho esta playa, que quizá sea la última por un tiempo.

PD: No le cuenten a nadie que viaje 2hs de ida y 2hs de vuelta para visitar el sitio arqueológico de San Andrés, donde hay ruinas Mayas. Es que decir que cuando llegué estaba cerrado porque era lunes me da un poco de vergüenza...