Dicen que este tipo de viajes "te cambia"... Alguien me dijo antes de irme que iba a volver "puto, travesti o cocainómano" (es chiste, mamá, no te preocpues), y Martu me preguntaba algo por el estilo antes de volverse. Estuve pensando y realmente no CREO que sea así. Que quede claro: creo, porque quizá en un par de meses pruebo alguna de las 3 opciones y me gusta...
Hablando en serio, lo que sí estoy seguro es que viajar -además de darte alas, Paki- te abre la cabeza. Estamos muy encerrados en nuestra rutina, en nuestra realidad, en nuestras costumbres y tradiciones. No escribo ninguna novedad, y mucho menos para los que viajaron por LatAm.
Pero estando acá uno se convence de que no hay verdades absolutas. De que los taxis no son solo amarillo y negro (de hecho en Perú son de cualquier color), que Buenos Aires no es la mejor ciudad del mundo (o si?) y que hay muchos otros locos que van "de Tucumán al DF", o incluso más que eso.
Yo no cambié mi forma de pensar, ni mis ideales políticos (¿?), ni mis gustos musicales (aunque los estoy ampliando), ni mi afición por los mapas y la ubicación (gracias al GPS), ni mi pasión por la fotografía y los atardeceres... Sigo siendo el mismo pero con más experiencias, vivencias, anécdotas, amigos...
Solo estoy un poco más flaco, tuve mucha barba, y tengo una pulserita y un par de collares: el primero fue porque quería algo simple que reemplazara una moneda española que supo colgar de mi cuello; el segundo es una cruz andinda o chacana que me compré cuando aprendí su significado, e cual pueden buscar en Wikipedia, ya que es muy interesante como relaciona los números 2, 3 y 4, que eran especiales para los Incas.
Estoy hace varios dias en Lima, una muy linda ciudad a pesar de lo que me habían dicho. Es muy, pero muy grande y los barrios son como municipalidades independientes. Cada uno tiene su servicio de recolección de basura, su intendencia, su escudo en los carteles de la calle, etc. El hostel está en el barrio de Miraflores, muy residencial y sobre la costa. Al rededor de la plaza central, la Kennedy, están todos los bares de moda, además de KFC, McD, BK, Pizza Hut, Starbucks, Dunkin Donnuts, etc. Hay torres muy altas (nombres como de Pinamar: Marbella, Mirador), autos de lujo, muchas camionetas y hasta paseaperros (es la primera vez que veo en el viaje, pero ni un sorete en las plazas)... Además tengo a una cuadra el Terrazas Tennis Club de Miraflores. Lo más piola que vi en cuanto a la urbanización fue el centro comercial Larcomar. Está en la costanera, pero aprovechando que Lima termina en acantilado contra el mar (antes de las playas) el shopping está "enterrado", con lo que no tapa la vista desde la calle, pero a su vez las terrazas de los cafés y bares siguen viendo al mar (no se entendió nada, no? miren esta foto:
http://img3.imageshack.us/img3/1750/larcomarnh1.jpg). El paseo de la costanera está remodelado, muy lindo para caminar y ver el atardecer desde distintos puntos. Lo malo es que me cruzo muuuuuchas parejitas felices de la mano, dándose besos... Y en eso pensaba cuando llegué al "Parque de los enamorados", así que imaginensé la cantidad que había ahí!! Hay un monumento bastante feo y una hilera de asientos que simulan el Parque Güell, pero con los mosaicos y venecitas forman frases de poemas o cosas así...
También paseé por San Isidro, el barrio vecino y mucho más top, según me pareció. Tiene un parque muy grande rodeado de callecitas chiquitas con lomadas y sin semáforos que lo hace parecer a nuestro Shanishidro. De hecho hay una fuente con una piedra en la que se declaran ciudades hermanas de América. En esta zona están los grandes locales de las marcas importantes, embajadas, consulados y el Golf Club. Y volviendo a las parejas que se besaban, una noche fui a ver un ciclo de cine al aire libre, en una plaza. Pasaron Cinema Paradiso. Sin palabras. Otra tarde, sentado en un banco de la costanera, me vi repentinamente rodeado de una pelea de infantes entre 2 y 3 años, con sus respectivas niñeras tirando de cada uno para tranquilizarlos...
También fui a un parque muy grande con fuentes con aguas danzantes. Son más de 10 fuentes con luces, música y chorros que se mueven, forman figuras, etc. La verdad es que está muy bien hecho, hay juegos de láser, proyecciones, y algunas fuentes en las que uno puede incluso meterse.
Cosas que me molestan de Perú: que los taxistas te persigan tocándote bocina hasta que están al lado tuyo; que los auxiliares/cobradores de los bondis casi te agarren para que te subas, mientras te gritan a dónde te lleva esa línea; que te ofrezcan masajes en inglés; que la gente no sepa dónde está parada; que te digan que te tomes un taxi para ir a un lugar a 12 cuadras...y que acá haya KFC y en Buenos Aires, no.
Aproveché esta semana en Lima para escribir un poco cada día, por eso salió este blog con reflexiones, anécdotas, etc. Además, me desquito las ganas, porque pasaré varios dias sin escribir: el lunes vuelo a Iquitos y ahí me subo a un barco que me llevará durante 11 dias aproximadamente hasta la otra punta del Río Amazonas, Belem. Así que no sabrán de mi durante un par de semanas (no me extrañen...).
Ah! Por último les cuento que ya tengo mi entrada para ir al Estadio Monumental a ver Perú vs. Chile, por las eliminatorias. No me interesa el partido, aunque a los peruanos sí. Pero es más una cuestión política, ya que están en medio de un litigio limítrofe (por una zona marítima) con sus vecinos del sur. Va a ser un partido caliente, con más de 6.000 policías en el operativo... Yo solo quiero ir a putear 90 minutos seguidos al traidor de Bielsa. Una satisfacción.