jueves, 23 de julio de 2009

Caracas

Para andar hasta Caracas...Ah no, eso ya lo hice!!

Salí de Curaçao a las 8am. Como me dejaron temprano en el aeropuerto, estuve un rato conectado a internet. Vuelo de 20 minutos al aeropuerto de Aruba. Buscar el equipaje, aduana y migraciones. Decidí no salir del aeropuerto, porque aunque mi vuelo a Venezuela salía recién a las 15hs, el chek-in era a las 13hs. Así que estuve un largo rato conectado. Llegué al aeropuerto de Las Piedras y mientras esperaba la confirmación de si me iban a buscar, me conecté otra vez. O sea que en el término de 9 horas navegué por internet desde 3 países distintos. Finalmente hice dedo desde allí hasta el centro de Punto Fijo, a donde llegué a las 18hs. El bus para Caracas salió a las 22hs y arribó a las 6am, casi 24hs después de haber salido de Willemstaad.
Lo peor del viaje: el aire acondicionado de los buses venezolanos es mortal. La gente lleva frazadas, camperas y hasta bufandas, aunque abajo la temperatura esté por encima de los 30ºC.

Bueno, llegué a Caracas. Y no la fundé, porque ya estaba fundada... (este fue para entendidos). Lo que sí es cierto es que fue fundada en un hermoso valle. Aprendí en este viaje a no dejarme llevar por la primera impresión de un lugar. Es que uno no sabe en que zona está la terminal de bus, o de tren, o qué es lo que está viendo. Pero la primera impresión esta vez fue confirmándose a lo largo de las horas: es la ciudad más parecida a Buenos Aires que conozco. O mejor pongámoslo así: tiene muchas similitudes. Además de ser la primera ciudad con subterráneo que visito en este viaje, la arquitectura es parecida, las cuadras, las veredas, las avenidas, las plazas...

La primera noche, Sandra, la chica de CS que me hospeda me llevó primero a bailar salsa (desistí en la segunda canción) y después a un boliche parecido al Roxy: separado en dos, de un lado bandas en vivo y rock, del otro reggae y ska, aunque me dijo que cambia cada semana. La actitud de la gente, la ropa, el ambiente, todo encajaría perfecto en la noche porteña.

El domingo paseé por el centro histórico: plazas, catedral y monumentos. En toda la cuadra del Palacio de Miraflores no está permitido tomar fotos, Hugo toma muy en serio su seguridad. Caí de casualidad en el Teatro Municipal, donde había un espectáculo gratuito y entré. Así que me deleité con un poema criollo tradicional venezolano, interpretado por un coro, orquesta y dos solistas que hacían el contrapunteo entre “Florentino y el Diablo”, tal el nombre de la cantata.

Tanto el lunes como el martes tuve un guía particular de lujo. Don Francisco, el padre de Sandra es ingeniero, pero hace 20 años dejó eso y empezó a trabajar como guía turístico. Es un tipo interesantísimo que estudió en EEUU y Francia y viajó mucho toda su vida. Charlamos mucho de viajes, ciudades, culturas, religiones, política, historia, etc. De hecho a sus casi 75 años está planeando un viaje por Europa gracias a las invitaciones que le hicieron todos los viajeros que pasaron por su casa.

El lunes me llevó a Colonia Tovar, un pueblo fundado por inmigrantes alemanes hace más de 150 años, en el medio de las colinas que rodean Caracas, a unos 60km. Es una especie de Villa General Belgrano, pero con casas regadas a lo largo de toda la ladera, ocupando una superficie muy extensa. Realmente pasamos un hermoso día, paseando comiendo exquisiteces alemanas y disfrutando de las grandiosas vistas que hay.
El martes fuimos, junto con Arianna, la hija de Sandra, al teleférico de Caracas, que sube al Monte Ávila, el más alto de los que rodean la ciudad. Desde allí hay una hermosa vista de la urbe hacia un lado y del Mar Caribe hacia el otro.

Me voy de Caracas con una linda sensación. Casi paso por alto esta ciudad por todos los malos comentarios que había recibido, pero terminó encantándome y me llevo hermosos recuerdos. De ahora en más no me voy a dejar llevar por lo que me digan de tal o cual lugar.

Dicen que el camino es largo
Como una montaña
Pero dicen que las flores iluminan
Toda la cima
Que la lluvia no arruina
Esa eterna travesía

(Nunca Taxi, A las Flores)

2 comentarios:

  1. y vieja llegaste? te dejaron entrar? te cerraron la radio?

    ResponderEliminar
  2. Leído dos semanas después....
    Gracias por el 23....para entendidos... Fue maravilloso e inolvidable!

    Le cantás A las Flores?
    Te quiero siempre!! Buen viaje!!!!!!!!!!Que te lleve siempre a lugares interesantes y buenas experiencias!

    ResponderEliminar